Latinoamérica: paso lento en la integración bursátil
Publicado por CapitalMadrid.com, España
Por Carlos Álvaro
Madrid, 11 de enero.- Siete meses después de su nacimiento, a finales de mayo de 2011, el Mercado Integrado Latinoamericano (Mila) avanza con lentitud en un entorno económico internacional poco favorable, pero con la suficiente solidez como para comenzar a atraer a nuevos socios.
La Bolsa de México ha manifestado en las últimas semanas su interés por participar en un proyecto que iniciaron los mercados bursátiles de Lima (Perú), Santiago (Chile) y Bogotá (Colombia) y que probablemente no comenzó en el año más adecuado para lanzar la iniciativa.
De hecho, 2011 fue el ejercicio en el que el contagio de la prolongada crisis internacional llegó a Latinoamérica, provocando una desaceleración de su crecimiento y de sus expectativas. Los expertos destacan que la incorporación mexicana, a la que podría sumarse la de Panamá antes de un año, será clave para que el Mila se acerque a Brasil y se posicione como un foco de interés para los inversores extranjeros, entre ellos los españoles.
Aunque la unión de las bolsas de Perú, Chile y Colombia arrancó en un entorno borrascoso por las turbulencias financieras globales, con numerosos tropiezos (entre ellos problemas de índole tributaria y reformas por acabar) y en medio de la incertidumbre que suscitaban unas presidenciales peruanas que finalmente ganó un Ollanta Humala, percibido entonces como poco promercado, el mayor mercado de acciones de Latinoamérica parece haber ido encontrando poco a poco su sitio y su función, aunque a paso de caracol.
Con la integración de las bolsas de los tres países andinos se pretendió y se pretende la creación de un mercado bursátil amplio, más transparente y más sencillo, que brinde a los inversores de las tres naciones mayores y mejores posibilidades para aumentar y diversificar su cartera, dando a los emisores una mayor exposición y un acceso a un mercado de capitales mucho más grande.
En principio, el Mila, cuya acta de nacimiento fue firmada sobre el papel en noviembre de 2010, ha dado paso al mayor mercado bursátil regional por número de emisores, con un potencial de 565 firmas (de ellas 263 peruanas, 212 chilenas y 90 colombianas), el segundo por capitalización bursátil, con 691.000 millones de dólares, y el tercero en volumen de negocios tras los de Brasil y México. Algo que ahora podría acrecentarse si el mercado de valores de México ratifica su manifiesta intención de integración.
En la Bolsa de Valores de México cotizan y negocian 134 empresas, entre ellas algunas de enorme calado como América Móvil y Walmart México, que representan el 24,1% y el 13,2%, respectivamente, de un índice en el que predominan firmas del sector financiero y telecomunicaciones. Se sumarían en el Mila a las 544 que ya operan, entre las cuales las más negociadas en los primeros meses de existencia del mercado han sido LAN y Endesa (Chile), Ecopetrol y Pacific Ruabiales Energy (Colombia) y Volcán Compañía Minera (Perú).
Los vaivenes de los mercados mundiales han afectado al dinamismo del Mila, acrecentado la cautela y la aversión al riesgo de los inversores. Cuatro meses después del lanzamiento de las operaciones del Mila, los negocios entre la Bolsa de Comercio de Santiago y Perú, desde el 30 de mayo hasta el 30 de septiembre, sumaban 3,13 millones de dólares.
Algo normal para los expertos, sin embargo, que indicaban al inicio del proceso en sus proyecciones que no cabía esperar grandes ingresos ni volúmenes a corto plazo, al constituir la puesta en marcha de la integración bursátil un proceso complejo de aprendizaje de los mercados y de la parte operativa.
Confianza en el futuro
Eso sí, existen optimismo sobre el futuro de un mercado integrado en una región en expansión y con gran captación de capital exterior como Latinoamérica. Para expertos como los de Celfin Capita, las operaciones en el Mila tomarán aire a medio plazo, cuando haya pasado la prudencia de los inversores provocada por la crisis de deuda que afecta a EEUU y Europa.
Si bien tanto ellos como otros analistas admitían el pasado verano que la plataforma integradora no se había lanzado en el mejor momento. No obstante, el informe de Celfin Capital como otros, expresaba su confianza en que el Mila sea un éxito "en el momento en que el polvo se asiente y la gente no esté preocupada por la crisis", ya que entonces se verá al mercado integrado como una opción para generar rentabilidad. De hecho, las expectativas del mercado es que se lleguen a negociar más de 300 millones de dólares diarios entre los tres mercados, una cifra que aún queda muy lejos.
Esta confianza puede aumentar si, como parece, nuevos países se añaden al proceso integrador. A comienzos de diciembre, la Bolsa de Valores de México firmó una carta de intenciones para llevar a cabo los estudios de viabilidad que permitan su ingreso pleno al Mila. El preacuerdo establecía que los mercados de valores de los cuatro países exploren los aspectos de mercado, operativos y tecnológicos necesarios para lograr la plena conexión de las cuatro bolsas y apuntaba al establecimiento de las necesarias consultas con las autoridades supervisoras, así como a la obtención de las autorizaciones y ajustes a los marcos regulatorios necesarios para posibilitar la plena integración.
Se acordó entonces que, de resultar factible la incorporación mexicana, se estableciera en su momento un cronograma y que se llevaran a cabo los programas de difusión precisos entre emisores e intermediarios sobre los beneficios de la integración de los cuatro mercados. Los observadores señalan que el apoyo político será clave para que se concrete la integración, ya que México deberá realizar importantes cambios en su normativa para adecuarse al actual modelo en vigor. En cualquier caso, se espera que el proceso no supere los seis meses que tardó el Mila en iniciar sus transacciones tras las iniciales dificultades que surgieron en Perú y Colombia.
Un paso de gigante
Para las autoridades bursátiles de los hasta ahora tres países formantes del Mila, la inclusión de un cuarto integrante supondría un paso de gigante hacia la integración regional. "El Mila tendría un mayor impacto con la inclusión de un cuarto o quinto país en las negociaciones diarias", ha destacado estos días el gerente general de la Bolsa de Valores de Lima (BVL), Francis Stenning, para quien el fortalecimiento del Mila daría a los inversores una importante variedad de empresas que cotizan en un mercado integrado y actuaría como un amortiguador frente a las fluctuaciones en los precios de las materias primas.
El paso decisivo podría darse con la inclusión de los mercados de Brasil, algo que según las autoridades colombianas podría no estar tan lejos. A comienzos de diciembre, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, señalaba que no sólo México, sino también Brasil, podrían vincularse próximamente al Mila. "Hoy observamos que no solo el Mercado Integrado Latinoamericano está funcionando, sino que otras bolsas como las de Brasil y México están interesadas en unirse" y que el proceso podría derivar en la futura integración de los mercados financieros de América. señaló.
"El Mila sirvió de inspiración a los gobiernos y hoy tenemos una alianza en vigor entre Chile, Perú, México y Colombia, orientada a los mercados del Asia-Pacífico", enfatizó Santos en alusión al Acuerdo del Pacífico, suscrito en abril pasado en Lima, y que busca una integración profunda entre países de economía abierta y el establecimiento de una estrategia común hacia los mercados internacionales, especialmente a los de Asia.
Cautela en España
Panamá sería otro país interesado en sumarse al Mila en los próximos meses, aunque las conversaciones para el proceso parecen estancadas. En cuanto a España, si en un principio se habló de la posibilidad de que la Bolsa española formara parte del acuerdo, hoy esa perspectiva parece lejana, aunque las autoridades bursátiles latinoamericanas no la descartan completamente.
Cada uno de los países integrados en el Mila ha jugado hasta ahora con las potencialidades que brindan sus economías y las distintas concentraciones existentes en cada mercado. Así, Perú ha hecho bandera de su especialización en minería, con sus grandes empresas al frente, y busca ahora atraer a compañías medianas a la bolsa común. En Chile, además del segmento minero, especialmente cuprífero, hay gran participación en los sectores forestal y de consumo masivo y en Colombia, del mercado de los combustibles.
Todo ello aumenta el atractivo de este mercado bursátil conjunto que nació como una superbolsa para permitir a los inversores de Perú, Colombia y Chile acceder a los mercados de las otras dos naciones mediante una plataforma de negociación común en la que comprar y/o vender acciones de empresas de cualquiera de los tres países, diversificando las posibilidades del inversor de forma significativa y ofreciéndole un abanico de alternativas superior. Y para las empresas (emisores) que participan en el Mila, tanto institucionales como privados, la bolsa integrada facilita la posibilidad de ingresar a nuevos mercados.
Según los expertos regionales, el Mila está llamado a triunfar en el futuro, ya que supone la posibilidad de operar bajo la máxima de más ganancias, menos riesgo. En palabras del gerente central de inversiones de la AFP Integra, Aldo Ferrini, recogidas por la Prensa latinoamericana, además del beneficio de llegar a más mercados, el inversor también puede comprar desde cualquiera de los países acciones o activos en los otros de una forma fácil y con menos riesgo, ya que al diversificar las opciones hay menor volatilidad.
La marcha de la economía y de los mercados internacionales en los próximos meses será, no obstante, clave para el despegue definitivo del Mila, que podría consolidarse de forma definitiva, incluso en un clima de desaceleración, si México y Brasil acaban por adherirse a la plataforma común.
Fonte: http://216.122.62.22/view/index.asp?ms=258&pageMs=26402&item_id=97714
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